Por aquellos años Eduardo Chirinos antologó por primera vez en España al poeta José Watanabe, cuyo Elogio del refrenamiento (2003) apareció en Renacimiento y supuso un acontecimiento extraordinario.
La poesía de Eduardo Chirinos fue muy bien recibida en España y así fueron apareciendo nuevos títulos suyos en prestigiosas colecciones como Visor, Pre-Textos y la misma Renacimiento.
Eduardo Chirinos no solo continuó escribiendo poesía hasta el final, sino que siguió impartiendo sus clases en la Universidad de Montana e incluso puliendo exquisitas investigaciones, como su Rosa polipétala.
Casado con Jannine Montauban —filóloga especialista en Siglo de Oro—, Eduardo Chirinos nos ha dejado como entrevió en uno de sus últimos poemas: leo y escribo para huir del humo, para huir / de mí.
Comencé a leer a Eduardo Chirinos (Lima, 1960-Missoula, 2016) 20 años antes de la publicación de su primer libro de poemas, porque nuestras madres fueron compañeras de colegio y nuestros padres compañeros de estudios.
Fuente: http://elpais.com/cultura/2016/02/19/actualidad/1455838492_140750.html