El barco y la tripulación fueron abandonados por la naviera peruana Yacu Taski, sin alimentos, a fin de enero, y sin pagar los sueldos.
La solicitud hecha por EE UU se debe a que existen sospechas que a su territorio ingresa madera extraída ilegalmente en el país andino.
La decisión fue interpretada por los expertos y la prensa como una victoria de las mafias de la tala ilegal.
Mientras el fiscal buscaba fondos para esos traslados, el buque zarpó a Houston, y el capitán se comprometió a traer de vuelta el 12% de madera ilegal.
El que la nave pasee un lote sabiendo que no puede comerciar un porcentaje –y luego la totalidad–llama a la sospecha.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/02/29/america/1456713416_915153.html