La visita del papa Francisco suscitó grandes expectativas.
Fue un magno acto de fe que en México afecta a todos, aun a los que no somos católicos.
Lo más interesante con efecto difícil de calcular es la crítica a la política social y económica del régimen.
Esa doctrina aplicada con perversidad ha detenido el crecimiento del país y ha facilitado la concentración del ingreso durante 35 años.
Ha dicho Diego Valadés: no sabemos ni quiénes son las víctimas ni quiénes los victimarios .
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/21/opinion/012o2pol