Verlo actuar con tintes iconoclastas en cuanto a las formas de la política mexicana, quizá todavía en exceso almidonadas, recuerda a ese Fox de triste memoria.
No cabe duda de que no ayuda a la idea de que haya candidatos independientes de los partidos políticos.
Debemos reconocer que El Bronco es un personaje que no deja de llamar la atención.
Si no a todos, todavía, por lo menos a 48 por ciento del electorado neoleonés que sufragó en su favor, alentado por la mercadotecnia.
Al parecer, si las elecciones se repitieran ahora, no alcanzaría ni la mitad.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/27/opinion/012a1pol