De esta descarnada manera se ha operado por años y, de esta manera se podrá seguir manteniendo el pinchi poder según certificado registro del ex gobernador veracruzano (FHB).
Sus desplantes son conocidos pero, esta vez y en el futuro todavía menos, pasarán inadvertidos.
Esta famosa versión del mando político marca, de manera estelar, una tan sui generis como extendida manera de categorizarlo por, al menos, buena parte de los priístas.
El mexicano es un gobierno con debilidades reales y probadas incapacidades para enfrentar el presente y dibujar a los ciudadanos un futuro creíble.
En ello se implican tanto el uso personalizado, partidista y patrimonial tanto de los recursos públicos como de muchos otros factores acompañantes.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/17/opinion/024a1pol