De esa mesa salieron mis primeras órdenes de trabajo: sacar fotos a Guillermo Briseño, Omar Jasso y Alfredo Díaz Ordaz.
Poco tiempo después me tocó cubrir, también como fotógrafo, una tocada de Tex Tex en Las Láminas, un hoyo funky en la colonia Ampliación Gabriel Hernández; la siguiente ocasión fue en el teatro Isabela Corona.
La oficina de la revista Conecte estaba en Díaz Mirón 156, Santa María la Ribera.
Una tarde, a principios de 1985, Carlos Escorpión, Pablo Cáncer, Antonio Malacara y José Luis Pluma contaban anécdotas y hacían planes entre tragos, risas y la nada rocanrolera música de la sinfonola del París.
Estos dos sitios fueron puntos de reunión para músicos y reporteros dedicados al rocanrol.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/27/opinion/a07o1esp