Es hora de que el mundo real espabile, deje de tomar en serio a fantoches como Gianni Infantino y vea a la FIFA por lo que es, una gran tomadura de pelo, un disparatado país de las maravillas que ni siquiera Lewis Carroll hubiera sido capaz de inventar.
Lewis CarrollBonita la tradición instituida por Florentino Pérez en el Real Madrid de nombrar un presidente de honor.
Si el Partido Popular de España compartiese un gramo de su humanidad nombraría ya a su antiguo tesorero, Luis Bárcenas, como presidente de honor.
Lo cual nos ayuda a resolver una de las grandes cuestiones de nuestros tiempos: ¿Blatter fue cómplice de los crímenes de la FIFA o era tan tonto que no se enteró?
¿Qué mejor regalo para los habitantes de nuestro planeta que una colosal misa futbolera en el aniversario del nacimiento de Dios?
Fuente: http://elpais.com/deportes/2016/02/27/actualidad/1456589654_644115.html