Así, Millán se fue convirtiendo en una pieza clave para los intereses que Fromm quería desarrollar.
Lo anterior condujo a una amistad íntima de las dos parejas, los Millán y los Fromm, quienes incluso viajaron juntos varias veces a Europa, pese a la relación analista-analizando que había entre Fromm y Millán.
Este último, cuando se dirigía al resto del grupo decía “El Patrón dice que…”
La digresión se remonta a 1952, con la muerte trágica, ya mencionada, de González Enríquez.
El que está más cerca de Fromm y quien se ha ganado su simpatía, entre otras cosas, por pertenecer al Partido Comunista Mexicano, ser clave en la estructura de poder de la UNAM y por llamarlo El Patrón: Alfonso Millán.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/21/opinion/013a1pol