Hace unos días Austria había fijado un tope máximo diario de admisión de 3 mil 200 refugiados.
En el marco de esas negociaciones Alemania se comprometió a recibir a unos 30 mil extranjeros; Francia, 25 mil; España, 15 mil, y los otros países, cantidades menores a 10 mil.
En otros casos, las migraciones se han originado a consecuencia de procesos de desestabilización y violencia impulsados por Occidente en naciones como Afganistán, Irak, Libia y Siria.
Tales cifras contrastan con los casi dos millones de refugiados que se encuentran en Turquía, el millón que subsisten en Líbano y los 600 mil que se han asentado en Jordania.
En tal circunstancia, la comunidad internacional debe exigir a la Unión Europea que deje de minimizar las cuotas de admisión de refugiados y acoja sin regateos a quienes huyen de los escenarios de hambre y de guerra creados por las propias potencias del viejo continente.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/29/opinion/002a1edi