Ciertamente los reconocimientos de la Secretaría de Educación Pública para las escuelas, están en trámite, las solicitudes se han presentado oportunamente y para impartir clases no se requiere de otra cosa sino de voluntad y de espacios limpios, iluminados y cómodos.
Se fue, las semillas de su palabra fueron esparcidas y esperemos verlas fructificar.
La idea de las escuelas fue aprobada por el consejo nacional de Morena y apoyada con generosidad por quienes queremos una transformación de fondo y no sólo una superficial, en la que únicamente cambian los nombres y los colores partidistas de los usufructuarios del poder.
Ya se fue el papa Francisco.
Una actitud tan diferente, por supuesto, no gustó en lo más mínimo a los políticos tradicionales y la han atacado de diversas maneras, así como al licenciado Andrés Manuel López Obrador, autor de la propuesta y su principal impulsor.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/22/opinion/017a2pol