Aferrados a los rostros de sus muchachos, sortearon los filtros de seguridad que se instalaron en Chiapas por la visita del papa Francisco.
El sol pega recio cuando Francisco llega al predio acondicionado para el evento, con todo y catedral de utilería.
Lucía Baca explica que pretendían entregarle el reporte y ‘‘ya que ha sido un Papa crítico y solidario, teníamos esperanzas de que aquí diera un mensaje fuerte.
‘‘Me di cuenta que el Papa estaba secuestrado por el gobierno mexicano, porque tienen miedo de que nos acerquemos y le platiquemos todo lo que ha pasado en el país’’.
Sólo mencionó a la violencia de forma genérica; parece que en el discurso también desaparecieron a nuestros hijos’’.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/19/opinion/005a1pol