IIIA fuerza de recurrir a un solo sitio de taxis, con frecuencia me prestan sus servicios los mismos choferes.
Ellos agradecen mi silencio porque les permite lucir sus conocimientos describiéndome golazos, calificando los penaltis y la actuación de los árbitros.
En mi carencia ven señales palpables de mi descenso en la escala social y no ocultan su lástima.
Les pregunto qué tal de trabajo y me responden que, como en todo, hay días buenos y otros peores.
Aumenta la confianza y me interrogan acerca de qué me parece el nuevo reglamento de tránsito y cómo veo la situación.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/28/opinion/032o1soc