Llego al Centro de Readaptación Social de Tepepan a las 10 de la mañana, donde desde hace ocho meses Nestora Salgado García se encuentra en la Torre Médica de ese penal.
Eso me hace platicarle a Nestora Salgado sobre la colecta que emprendimos, de septiembre a noviembre del año pasado, estudiantes de las universidades Nacional Autónoma de México e Iberoamericana para solidarizarnos con los indocumentados centroamericanos.
Un día Nestora llegó a su casa y se enteró de que a su hija Rubí le había dado una infección en el estómago, tenía muchísima fiebre y por tanto se había deshidratado y desmayado.
En 1991 Salgado tenía 20 años de edad y Olinalá, Guerrero, era un pueblo tranquilo, pero muy pobre, porque no había trabajo.
Y por fin llego adonde está Nestora.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/27/opinion/014a1pol