La visita de Francisco a México ha sido una nueva demostración por parte del Papa de su dominio de la escena mediática.
Con una frase, Francisco le ha privado al millonario precandidato de uno de sus argumentos favoritos: que es un defensor de la cristiandad.
La guinda del viaje fue la dura crítica a Donald Trump y su promesa de levantar un muro entre EE UU y México.
Y Trump, famoso por sus insultos, con Francisco no se ha atrevido.
Lo que iba a ser una visita de carácter religioso ha estado marcada desde el principio por lo social y político.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/02/19/opinion/1455907169_511303.html