Los años bisiestos ocurren en años que son divisibles por cuatro y sólo en los siglos divisibles por 400.
Y un dato adicional: las elecciones presidenciales de Estados Unidos coinciden siempre con años bisiestos.
Por ejemplo, los años 800 y 1600 sí fueron bisiestos, pero 1700 y 1900 no.
Por tanto, para compensar esas 24 horas ‘sobrantes’ de ese periodo, cada cuatro años se agrega un día a febrero, con lo cual el mes tiene 29 y no 28 días.
Julio César añadió un día más a cada año que fuera divisible por cuatro, pero a la larga esto generó un desfase.
Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/2016/02/23/por-que-existen-los-anos-bisiestos/