El PSG había ido a menos, pero el descanso le reactivó y se lanzó a por la victoria.
Lo hizo desde el frenesí, con intensidad, imprimiendo a todas sus acciones quizás un punto más de velocidad de lo aconsejable.
El Chelsea fue a más, creció con la pelota y empezó a poner en acción a Fàbregas, Willian e incluso al muy intermitente Hazard.
Con el paso de los minutos recuperó la pelota cada vez más adelante el PSG.
Lo hizo con más poder que finura, si se considera que Rabiot y Pastore estuvieron largo tiempo calentando en la banda.
Fuente: http://elpais.com/deportes/2016/02/16/champions/1455657390_994865.html