Cimbra la noticia de la muerte de un pensador de la altura de Umberto Eco.
Entiendo que hoy hay un antes y un después de Eco, en la semiótica.
De ahí resultaba uno de los mayores pesimismos sobre el futuro y sobre las capacidades humanas para crear más humanidad.
Un cultura abrumadora, con una mirada capaz de ver la modernidad y el medievo en conjunto y profundidad.
La sociedad ha perdido el más preciado de sus sentidos: sus ojos no ven más, su mente tampoco.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/23/opinion/017a1pol