Busca así una reconciliación entre EE UU y América Latina en una relación muy conflictiva por el intervencionismo estadounidense.
Con este viaje queda claro el giro de 180 grados que ha dado Argentina con respecto al viejo antiamericanismo.
El presidente de EE UU aprovechó para lanzar un mensaje de rotundo apoyo a Mauricio Macri, nuevo aliado clave de la región.
La ausencia en el acto de Obama de Estela de Carlotto, líder de las Abuelas de Plaza de Mayo, muestra que aún queda un largo camino por recorrer.
Obama no llegó tan lejos como les hubiera gustado a las víctimas (no ha pedido perdón por las operaciones de Henry Kissinger, la Escuela de las Américas y la Operación Cóndor), pero sí admitió “una deuda en el pasado”.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/03/24/opinion/1458846422_904374.html