Ya el año pasado se doblaron las protestas, según la ONG hongkonesa China Labour Bulletin, y en lo que va de año la tendencia sigue creciendo.
Y en total, el año pasado se crearon 13 millones de puestos de trabajo urbanos, la gran mayoría también en servicios.
La urbanización, especialmente en las áreas del centro y el oeste del país, menos desarrolladas hasta ahora, representan otra de las herramientas por las que apuesta el Gobierno chino en la transición económica.
El primer ministro esquivó en todo momento dar una cifra de posibles pérdidas de puestos de trabajo.
Tras los sobresaltos del año pasado en las Bolsas y la incertidumbre sobre los niveles de deuda, la salida de capitales o la valoración de la divisa, insistió en que “tenemos amplias reservas de herramientas”.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/03/16/actualidad/1458145110_491866.html