Narváez respondió a Fromm aclarando las mentiras, distorsiones y difamaciones de Ignacio Millán y al mismo tiempo que enviaba la carta a Fromm, también mandaba una copia al deshonesto, mentiroso y difamador Ignacio Millán.
La primera fue una reunión-confrontación, que citaron Michael Maccoby e Ignacio Millán, en la que Maccoby se asumió como el verdadero representante de Fromm y del frommismo, dándole crédito a los chismes, distorsiones y difamaciones que Millán le había contado como “desviaciones del frommismo que habíamos llevado a cabo.
Nos quedamos con la incógnita de qué habría pasado entre éste e Ignacio Millán.
Narváez, como director, desde el principio mantuvo correspondencia con Fromm en la que le informaba de la marcha del instituto.
No le reconocíamos ningún derecho a reclamarnos nada, pero ya entrados en el contenido de los reclamos que Ignacio Millán había chismeado a Maccoby y que éste había dado por verdaderos, aclaramos las difamaciones y distorsiones que Millán se tuvo que tragar.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/27/opinion/009a1pol