El camino que ha llevado a este triste acuerdo puede actuar como un corrosivo de largo alcance para el futuro de la Unión.
En un inesperado giro en la crisis de los refugiados, la UE ha alcanzado un acuerdo con Turquía que prevé devolver a suelo turco a todos los inmigrantes que lleguen a Grecia de forma ilegal, incluidos los sirios que huyen de la guerra, sin distinguir entre migrantes económicos y refugiados con derecho a asilo.
Como ha advertido Naciones Unidas, el pacto puede contravenir no solo los tratados internacionales sobre refugiados, sino la propia normativa comunitarias, particularmente la Convención Europea de los Derechos Humanos.
El vuelco que ha dado la UE contiene un peligroso mensaje: el de que se puede transigir con los derechos fundamentales y los principios morales si se obtiene un beneficio a cambio.
Es un grave precedente para futuras crisis.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/03/08/opinion/1457465815_849309.html