Según el sacerdote, Chaouqui utilizó unas veces la mentira y otras la seducción hasta conseguir que filtrara aquellos documentos.
Durante su declaración, Vallejo no dijo nada que no hubiese declarado ya, pero el solo repaso de su caída en desgracia y posterior detención resultan fascinantes.
Francesca Chaouqui acudió al tribunal escoltada por cuatro guardaespaldas y arrastrando dos maletas con documentación.
Logró que el tribunal aceptara –aunque sin hacerla pública—una carta dirigida al Papa en la que le cuenta su versión.
La supuesta intención es que Vallejo, todavía bien situado en el Vaticano, les consiguiera otro trabajo.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/03/14/actualidad/1457992607_696337.html