En Buenos Aires, especialmente entre las personas con hijos pequeños, el asunto de la epidemia de dengue se ha convertido en la conversación más habitual.
El verano austral está próximo a su fin pero la humedad en Buenos Aires es altísima y el ambiente caluroso ideal para la propagación del mosquito.
Las ventas de repelentes se han multiplicado y en todos los colegios dan consejos para que los niños acudan con protección.
La capital ya ha confirmado 216 casos de dengue, en especial en los barrios del norte, los más caros, rodeados de los espectaculares bosques de Palermo con árboles y lagos artificiales inmensos.
Al pánico que se está instalando contribuyen las imágenes de las fumigaciones en pleno centro de la ciudad decretadas por las autoridades sanitarias.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/03/04/argentina/1457125989_109004.html