Eugenia Velázquez
OAXACA, (#página3.mx).- A diez años de haberse fundado, la colonia La Cañadita, de Santa María Atzompa, carece de los servicios básicos como agua potable, energía eléctrica y drenaje.
Debido a que los habitantes de este paraje son oaxaqueños no nativos Atzompa, las autoridades municipales que han estado al frente del ayuntamiento, se han negado a garantizarles estos derechos básicos.
Obed Octavio Gómez Altamirano, presidente de la colonia La Cañadita, explica que ante la exclusión oficial, los propios habitantes han tenido que realizar acciones para proveerse de sus propios servicios como el de escuela.
El plantel que trabaja con una clave prestada fue construido por mano y fuerza de quienes habitan en el lugar, de la misma manera han habilitado calles.
“No hemos podido avanzar porque el municipio no nos apoya. Conseguir recursos para este paraje es difícil porque hay que tocar puertas, gestionar, pero no tenemos la suficiente fuerza para que nos atiendan y nos brinden los servicios básicos”, señaló.
La Cañadita se ubica a menos de 15 minutos de la capital del estado y viven marginados de todo.
Rocío es de Miahuatlán, su esposo es originario de Sola de Vega. Hace cinco años llegaron a Santa María Atzompa y asentaron su casa sobre una ladera del paraje La Cañada en donde, al igual que otras 140 familias, viven exclusión por ser considerados “fuereños”.
Las casas se levantan salpicadas entre lomeríos. El espacio lo comparten con un tiradero a cielo abierto que diariamente desprende desde sus adentros enjambres de moscas verdes y jaurías de perros famélicos.
Abiertas por fuerza y mano de los propios pobladores, todas las calles llevan hacia casas encajadas sobre láminas, cartón, madera y carrizos; todas sin agua potable o drenaje, un 95 por ciento sin energía eléctrica.