Pedro Matías
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- Organizaciones defensoras de derechos de la niñez y los derechos humanos denunciaron que la falta de sentencia y la dilatación en el juicio del sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, así como el amedrentamiento y hostigamiento al presbítero Manuel Arias, quien denunció los casos de pederastia al interior de la iglesia católica, confirman el encubrimiento de las autoridades civiles y eclesiásticas.
En una carta enviada al gobernador Gabino Cué Monteagudo, al presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alfredo Lagunas Rivera y del Fiscal General del Estado, Héctor Joaquín Carrillo Ruiz, exigieron justicia a víctimas de pederastia clerical y cese a hostigamiento contra sacerdote Manuel Arias Montes.
Agregaron que “la falta de sentencia, la dilatación del juicio, así como el amedrentamiento y hostigamiento contra las víctimas y sus defensores, ofrece un panorama que sólo puede justificarse por la encubrimiento entre las autoridades eclesiásticas, las instancias de procuración e impartición de justicia e incluso de las instancias responsables de observar los derechos humanos”.
Organizaciones como Melel Xojobal, Niños Unidos al Progreso, Centro de Apoyo para la Educación y Creatividad, Calpulli, Unidad de Capacitación e Investigación Educativa para la Participación, Ixquixóchitl, Árbol de Muchas Flores, Ixmucane, Luna del Sur, Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha, Iniciativas para el Desarrollo de la Mujer Oaxaqueña, Centro de derechos indígenas Flor y Canto, Mujer Nueva y Servicios para Educación Alternativa, señalaron de encubrimiento y agresiones al arzobispo José Luis Chávez Botello.
“No hay duda que el arzobispo quiere hacer el cambio de párroco en el contexto de las denuncias contra el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, quien se presume violentó sexualmente a más de cien niños de diversas comunidades indígenas de Oaxaca. El hecho manifiesta enojo del arzobispo Chávez Botello por quedar en evidencia el encubrimiento que ha hecho a favor del cura Silvestre Hernández, hoy preso en Tlaxiaco”, resalta la carta.
Y es desde el 29 de noviembre de 2013, el presbítero Silvestre Hernández se encuentra recluido en el Centro de Reinserción Social número 12, en el municipio de Tlaxiaco, a la espera de la sentencia penal, por el presunto abuso de alrededor de 100 niños indígenas zapotecas.
Silvestre Hernández fue Ordenado en 2006 y fue denunciado penalmente, en 2012, por el comerciante Pedro Mendoza Flores, de San Pablo Huitzo, por abusar de su hijo de nueve años, cuando era acólito en 2006, en la parroquia del Municipio.
Ya en 2006, cuando estuvo en su primera parroquia, Hernández fue acusado de violencia sexual contra un niño, después el sacerdote fue transferido a Santiago Camotlán, parroquia en la que se presume haya hecho por lo menos 45 víctimas. Los casos se habrían repetido en las parroquias siguientes, de Villa Alta, San Juan y Santa María Ozolotepec.
Mientras que al Padre Manuel Arias se le hostiga, ya que el pasado tres de marzo, un día después de haberse presentado a la Fiscalía de Delitos contra la Mujer por Razón de Género para enfrentar el supuesto delito de violencia intrafamiliar, se le intentó destituir de su parroquia.
“Con lujo de violencia, abriendo por la fuerza los candados de la reja de entrada al templo y con toda prepotencia, se presentaron en la Parroquia “Inmaculada de Juquila” los presbíteros Francisco Reyes Ochoa, vicario general de Pastoral de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, Lorenzo Fanelli de Liddo, secretario canciller y Martín Octavio García Ortiz, sacerdote que sustituiría al padre Manuel, acompañados de personas armadas presuntamente miembros de la Agencia Estatal de Investigaciones, enviados todos ellos por el obispo José Luis Chávez Botello”.
Ante tal situación hechos, feligreses de la parroquia no permitieron el acceso a estas personas, lo cual quedó constado en diversos videos registrados.
Entonces, “no hay duda que el arzobispo quiere hacer el cambio de párroco en el contexto de las denuncias contra el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, quien se presume violentó sexualmente a más de cien niños de diversas comunidades indígenas de Oaxaca”.
Resaltaron en el documento que el padre Manuel es un intelectual indígena mixteco, egresado con honores de la Eberhard Karls Universität Tübingen (Alemania), ha sido profesor en diversas universidades de Europa, Estados Unidos y América Latina, es defensor de los derechos humanos de los pueblos originarios, presidente del “Intercambio Cultural Alemán Latinoamericano (ICALA) México-Sur” y autor del libro sobre teología india “Y el Verbo de Dios se hizo Indio”.
Es por ello que defensores e instituciones de derechos humanos del país, organizaciones de la sociedad civil, a los universitarios críticos y solidarios, a los sectores eclesiales consecuentes, exigieron al gobernador impulse una investigación para atender de manera integral a las víctimas de Silvestre Hernández y por otras que pudiera haber de integrantes de la iglesia católica y otras creencias religiosas, así como la sanción y castigo no sólo a los responsables directos, sino a quienes han encubierto.
Así como la reparación del daño a los niños violentados, sus familias y defensores y de manera urgente el cese a las acciones de hostigamiento y amenazas contra quienes se han atrevido a denunciar estos abusos.
Finalmente, pidieron a las autoridades judiciales dicte inmediatamente la pena máxima a Gerardo Silvestre Hernández sin atender las presiones que las autoridades eclesiales de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca realizan.
Y “al arzobispo José Luis Chávez Botello, al apoderado legal de la diócesis Romualdo Wilfrido Mayrén Peláez (padre Uvi), vicario general Francisco Reyes Ochoa y al secretario canciller Lorenzo Fanelli de Liddo les exigieron sean congruentes con el evangelio, cesen las agresiones y los responsabilizamos de cualquier agresión que pueda vivir Manuel Arias Montes, colaboradores o feligreses”.