No debe perderse de vita que esos medios son propiedad también de grandes empresas trasnacionales enemigas de nuestros pueblos.
El país centroamericano compite con México en cuanto a asesinatos de periodistas y activistas sociales, nunca aclarados, nunca sancionados sus ejecutores y mucho menos los autores intelectuales.
Sus casos casi siempre pasan inadvertidos pues no se llaman Leopoldo López, ni son ricos ni existe el más mínimo interés en difundir sus casos por los grandes medios corporativos.
Sería interminable la lista de luchadores sociales presos políticos o asesinados por los gobiernos neoliberales de América Latina y el Caribe.
Todo ello mediante la represión, el despojo de sus tierras y aguas a comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/10/opinion/029a1mun