Si se comparase Brasil con una olla a presión podría decirse que los empresarios han aumentado la potencia del fuego.
Ya no esconden su impaciencia para que la presidenta Dilma Rousseff deje su puesto y el vicepresidente, Michel Temer, asuma el cargo.
Si hiciéramos una encuesta hoy, veríamos que 95% de los empresarios no quieren el Gobierno actual”, añade.
“Y no es solo que los grandes empresarios están a favor, es también el mediano y el pequeño empresario.
En diciembre, la federación que representa a los empresarios de Río sostenía que el proceso de impeachment estaba generando “barullo” y dificultaba aún más el esfuerzo de los empresarios para encontrar un interlocutor en el Gobierno y reactivar la economía.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/03/30/actualidad/1459289168_509972.html