El rey Felipe VI ha hecho muy bien dando tiempo a la negociación de los partidos, lo cual señala el camino a seguir antes de intentar otra investidura.
Y lo deseable es que los principales actores políticos se pongan a la tarea seria y responsablemente.
El objetivo principal de los partidos es el de buscar los apoyos suficientes para la conformación de un Ejecutivo estable.
El trabajo debe emprenderse con expresa renuncia al adanismo, a esa sensación de creerse que todo ha de empezar desde cero.
Los debates de investidura celebrados la semana pasada frustraron el nacimiento de una nueva mayoría en el Congreso de los Diputados y por eso España se enfrenta a otro periodo de incertidumbre respecto a la conformación de un Gobierno.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/03/07/opinion/1457380179_976925.html