«Ir y quedarse, y con quedar partirse”, dice el soneto tremendo de Lope de Vega: “Partir sin alma y ir con alma ajena”.
Carlos Sebastián.
Descubrieron que una gran parte de las transacciones les obligaban a hacerlas en dinero negro.
De lejos, hasta lo más grave del país de origen se atenúa en una cierta medida, o se ve con menos agitación.
Era una gran empresa con un buen departamento de investigación, pero muy pronto la vida se les volvió desoladora.
Fuente: http://elpais.com/cultura/2016/03/09/babelia/1457538325_783749.html