En el mercado Medellín, en la acomodada y cosmopolita colonia Roma, la carne equina es una fantasma que recorre los puestos.
México es una potencia productora y exportadora de carne de caballo, pero su consumo en el país oscila entre el tabú y la necesidad económica.
Cada lunes salían del Estado de México con un camión de mercancías lleno de caballos y burros.
Por eso Europa ha prohibido su importación”, apunta Antón Aguilar, director ejecutivo de la organización Human Society International México.
Nos preocupa mucho porque la mayoría de los caballos provienen de EE UU y esos animales no son criados para el consumo humano.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/03/25/mexico/1458925114_098576.html