“Regresé a Uruapan sólo para hacer mi lío y andar de novillero por los estados.
Novillero en sus inicios y luego pintor de original técnica, David Cárdenas continuó su afición por los toros en cartulinas y telas.
Cuando vendía, mis dos hijas, mi hijo y mi mujer me recibían con porras, y cuando no vendía… también.”
Nunca llegó la oportunidad pero llegaron los hijos, pues luego de conocer a Charito, una mujer excepcional, a los tres meses nos casamos y no nos equivocamos pues llevamos 60 años apoyándonos el uno al otro.
Autodidacta, ha pintado profesionalmente durante medio siglo y el único que en su madurez decidió hacer óleo a espátula, imprimiendo fuerza y originalidad a sus cuadros.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/27/opinion/a07o1esp