Contra la expectativa de los medios, Irán no rechazó la iniciativa, sino ofreció una cautelosa bienvenida, que no incluía compromiso alguno de que congelaría su propio volumen de producción.
Se recordó que las tensiones políticas entre algunos de los grandes productores del área del golfo Pérsico –en especial entre Arabia Saudita e Irán– hacían muy improbable un entendimiento.
La llamada estrategia saudita , aplicada ya por año y medio, parece haber ido demasiado lejos: los precios cayeron demasiado y por más tiempo.
Sin embargo, la lectura de la cuidadosa reacción iraní fue positiva y se interpretó que no opondría obstáculos a un posible entendimiento de otros exportadores.
Además de México, los mayores damnificados por el desplome de los precios del petróleo, vertical a principios de año, y por los bruscos altibajos de las siguientes semanas, han sido Venezuela, Rusia y, en medida diferente, Arabia Saudita.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/10/opinion/021a2pol