Aunque proliferaban las cintas que replicaban un modelo que parecía llamado a perdurar, la Manic Pixie Dream Girl ha muerto.
Lo ha hecho a manos de un grupo de actrices y creadoras de la misma generación, que han conseguido que la comedia romántica viva una suerte de despertar feminista.
Impulsadas y apoyadas por figuras como Lena Dunham y Amy Schumer, aportan grandes dosis de reivindicación y realidad a la comedia romántica, sin perder su canónico esquema del «chico conoce chica».
El primer golpe lo dio Zoe Kazan con la cinta Ruby Sparks, que escribió y protagonizó.
La actriz cómica Gillian Jacobs.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/03/23/estilo/1458756177_962096.html