En Argentina, la política de la memoria ocupó un lugar central de la visita de Obama.
Días antes, en La Habana, Obama pidió al Congreso de EE UU el levantamiento del embargo, reclamación del Gobierno cubano desde hace décadas.
La política de la memoria de Obama tiene un valor práctico: sirve para corregir estrategias que él cree erróneas y para desactivar recelos seculares que, pese a los gestos, no desaparecerán con facilidad.
En Cuba y en Argentina, esta semana, y antes en Irán, y en su país, Estados Unidos, Barack Obama ha colocado la historia en el centro de su acción política.
Es más que un debate académico, porque sustenta directamente las políticas de la Administración Obama.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/03/27/estados_unidos/1459106636_366895.html