Esta trama permite entrecruzar generaciones, viajar en el tiempo, tomar consciencia de sus raíces, diferenciarse de la imagen en el espejo.
Ella tiene en sus manos una pequeña cartulina con una serie de instrucciones dactilografiadas: “Decir el nombre de pila,” “decir si es chico o chica”, “decir el nombre completo” y así sucesivamente.
Quizás sea por eso que Joyce, al elegir un argumento emblemático para su arquetípica novela, eligió éste.
Sospechamos entonces, con Marius, que ésta es la condición de la pequeña Hanna.
Por lo tanto no debe sorprendernos que Gonçalo M. Tavares, uno de los escritores más ambiciosos de nuestro siglo, haya decidido elegir también este argumento ejemplar.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/03/04/fotorrelato/1457088946_746154.html