Por tanto, también podrían haber estado en colusión con grupos del crimen organizado .
Asimismo, según el GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes), autoridades de la policía estatal, federal y del Ejército habrían acompañado los incidentes.
El negacionismo oficial sobre la catástrofe humana que vive México y su enorme responsabilidad en ella resultaría asombroso si no estuviera signado por el cinismo.
Prueba de ello es la agresiva descalificación del gobierno de Enrique Peña Nieto del reciente informe sobre México de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ha vuelto a desatar pasiones chovinistas y patrioteras en sectores de la clase política, el estamento castrense y la comentocracia.
Entre líneas, de la lectura de ambos documentos se desprende que el mayor punto de colisión entre el gobierno federal y la CIDH tiene que ver con el papel y el prestigio de las fuerzas armadas mexicanas, reivindicados además de manera laudatoria por su mando supremo, el Presidente de la República, en recientes entrevistas y diferentes discursos durante el sexenio.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/14/opinion/021a1pol