Lo mismo vale para el paso 4), la diferencia de cuadrados y la suma multiplicada por la diferencia nos dan 0 = 0.
El hecho de que seamos dos implica que si dos fuera igual que uno, tú y yo seríamos el mismo.
Se trata de una demostración más o menos algebraica de que 2 = 1, pero tú y yo sabemos que dos no es igual a uno.
Como está claro que tú y yo no somos el mismo es imposible que se dé 2=1.
Comprobémoslo con palabras: tú eres tu, yo soy yo… Si nos contamos, “sale” dos.
Fuente: http://elpais.com/verne/2016/03/15/articulo/1458050901_956500.html