“Y la frustración [de los refugiados] aumenta de forma tan patente que el lugar amenaza con convertirse en un polvorín”.
“Pues lo van a tener difícil”, interviene Mijalis, vecino de un pueblo de la minoría griega en Albania, “Tirana ha blindado la frontera y hay fuerzas de seguridad por todas partes”.
Días antes, para burlar el bloqueo de Idomeni, habían entrado subrepticiamente en Albania, pero la policía los detuvo en el bosque y los devolvió a Grecia.
Sólo acertaban a decir una palabra, “Makedonia”, y se negaban a aceptar, incrédulos, que el paso estuviera cerrado.
El viernes, Albania anunció el despliegue de 450 miembros de sus unidades especiales para reforzar su linde.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/03/06/actualidad/1457283269_084536.html