Sin embargo, en nuestro país, los reclamos de renovación de la izquierda, incluida la izquierda sindical, tienden con facilidad pasmosa a refugiarse en eslóganes y frases de campaña, sin ofrecer soluciones o políticas alternativas.
Los sindicatos mayoritarios han de ocupar el lugar que les corresponde en el diseño de la futura sociedad.
Pero sin el protagonismo de estos será imposible garantizar el futuro del Estado de bienestar europeo y elaborar un nuevo pacto social.
Convivieron en él, a veces con extrema dificultad, las dos almas del partido, la ortodoxa y la socialdemócrata.
Los sindicalistas se oponían al tipo de partido político propugnado por Lenin y a los partidos estilo parlamentario.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/03/12/opinion/1457806898_233567.html