Jaime GUERRERO
OAXACA (#pagina3.mx).- De acuerdo al coordinador del grupo parlamentario del PRD en la LXIII Legislatura Federal, Francisco Martínez Neri, en la actualidad, sólo tres de cada 10 jóvenes en edad de cursar estudios superiores están inscritos en alguna escuela, lo que coloca a México muy por debajo de los países latinoamericanos en ese rubro y demuestra la poca capacidad del Estado para cubrir la demanda educativa que requiere el país.
De acuerdo al ex rector la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), el panorama es poco positivo, debido a que los índices de abandono escolar no han sido reducidos de manera significativa; además, la oferta de contenidos educativos y la organización curricular tampoco han ido a la par de las transformaciones de la sociedad y de las expectativas de los jóvenes».
Martínez Neri, refirió que el gobierno mexicano ha mostrado una gran incapacidad para aumentar la cobertura.
“Tristemente vemos que sus opciones a nivel superior se reducen, en el mejor de los casos, a la creación de universidades tecnológicas y politécnicas, los programas a distancia o virtuales, lo que deriva en el crecimiento de escuelas privadas de baja calidad y con mínima regulación de las autoridades”.
El diputado federal oaxaqueño, indicó que “en las últimas dos décadas, las principales iniciativas para mejorar la calidad de la educación superior se han enfocado en la asociación entre evaluación y recursos financieros como principal estrategia, sin entrar al tema de fondo, como es mejorar los planes de estudio, los planteles escolares y las condiciones de los profesores“.
El también integrante de la Comisión de Educación Pública señaló que la mayoría de las instituciones universitarias, tanto públicas como privadas y tecnológicas, no cuentan con mecanismos adecuados para la renovación de su plantilla de profesores, también carecen de planes de retiro y jubilaciones dignas.
Martínez Neri puntualizó que uno de los principales problemas que caracteriza a la planta docente en los tres niveles de la educación tecnológica es su reducida experiencia laboral, la obsolescencia de su formación profesional y su poca familiaridad con el manejo de estrategias didácticas.
A su juicio, tanto los contenidos como los procesos de enseñanza que se despliegan en la mayoría de las instituciones no corresponden a las necesidades actuales de las ocupaciones que se configuran en las empresas.
Agregó que otro de los problemas escolares detectados es que a pesar de que las instituciones tecnológicas crecieron en la última década, su matrícula apenas representa el 1.6 por ciento del total de la educación superior del país; “esto es, la formación de técnicos superiores universitarios no se han traducido en jóvenes que puedan incorporarse de forma clara y fácil en el mercado laboral”.
Criticó que por el diseño de los planes de estudio técnicos, los egresados tienden a ocupar puestos de nivel medio o bajo dentro de las estructuras empresariales, “por su capacitación laboral les es difícil ascender, lo que implica proyecciones salariales bajas. Esto demuestra la deficiencia en sus planes de estudios y resulta en que cada día los jóvenes prefieren buscar mejores opciones, aunque no siempre existan”.