Un caso parecido ya se vio en Italia con Silvio Berlusconi y hoy, en EE UU, con un imparable Donald Trump.
El diputado se ha tomado en serio la promesa, ya lanzada en 2014, de “ser el candidato de la derecha”.
Los medios de comunicación han sido, efectivamente una de las principales tribunas de Bolsonaro, un candidato que, como Trump, crece en la polémica.
Bolsonaro suele ser una estrella en las protestas, aclamado por la multitud, huérfana de candidatos, y no tiene miramientos en declararse de derecha.
Había cuadruplicado el número de votantes en cuatro años sin más artificios que ser él mismo: el diputado más polémico de Brasil.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/03/12/america/1457817362_507882.html