Y además, invadía la franja litoral de 100 metros tierra adentro desde donde rompen las olas y que oficialmente no es área urbanizable.
Pero el terreno para construir la gigantesca mole de cemento es parte del parque natural Cabo Gata-Níjar.
Tres años después, y cuando el hotel estaba casi terminado, lo clausuraron debido a éstas y otras irregularidades.
En esa clausura jugaron un papel importante organizaciones defensoras del ambiente y los recursos naturales y el gobierno de Andalucía.
El hotel estaba en un área ambientalmente protegida y no urbanizable y, por tanto, procedía demolerlo, justo 10 años después de su clausura.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/07/opinion/020a1pol