El general se refirió a estos hechos, ocurridos en febrero de 2015 y dados a conocer el pasado jueves, como actos irracionales y equivocados, que indignan y denigran a las fuerzas armadas .
El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, ofreció ayer una disculpa pública tras la divulgación de actos de tortura cometidos por dos elementos del Ejército Mexicano contra una mujer en Ajuchitlán del Progreso, Guerrero.
El divisionario acompañó sus declaraciones con un llamamiento a todo el cuerpo castrense para actuar siempre en estricto apego a la ley y denunciar cualquier acto violatorio contra la misma.
Tal actitud debiera constituir la norma del actuar institucional ante episodios de este tipo que, pese a los señalamientos del general, se encuentran lejos de constituir casos aislados: los hechos de Tlatlaya son otro ejemplo reciente del actuar extralimitado y violento de las fuerzas armadas en el cumplimiento de tareas de seguridad.
En un contexto en que la reacción habitual de las autoridades ante señalamientos por violaciones graves de los derechos humanos consiste en la negación de los hechos y la descalificación de las acusaciones, cabe reconocer el gesto del titular de la Defensa como un paso en la dirección correcta.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/04/17/opinion/002a1edi