Jaime GUERRERO
OAXACA; (#página3.mx).- La Cámara de Diputados aprobó con 364 votos a favor, 59 en contra y 10 abstenciones, el dictamen a la minuta que flexibiliza el calendario escolar de educación básica y normal, a fin de que tenga una duración mínima de 185 días y un máximo de 200 días efectivos de clase.
El dictamen, que reforma los artículos 13, 51, 53 y 69 de la Ley General de Educación y se remitió al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales, faculta a las autoridades educativas locales para avalar los ajustes que las escuelas realicen al calendario escolar, previa verificación del cumplimiento de los lineamientos que emita la autoridad educativa federal.
Ésta determinará el calendario escolar para cada ciclo de la educación básica y normal, y para la formación de maestros, y permite a las autoridades escolares locales modificar el calendario escolar, respecto a lo establecido por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
El documento determina que las autoridades educativas de cada entidad federativa publiquen en su órgano informativo oficial, las autorizaciones de cambios al calendario escolar determinado por la SEP. Además, faculta a los Consejos Escolares de Participación Social, para opinar sobre los ajustes al calendario aplicable a cada escuela.
Al fundamentar el dictamen, el cual deriva de una iniciativa del Ejecutivo federal, la presidenta de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, diputada Hortensia Aragón Castillo (PRD), expresó que la reforma tiene como finalidad hacer que el calendario escolar, en el cual se establecían de manera precisa los 200 días-clase anuales, cobre cierta flexibilidad que permita, hoy en la ley, asentar que los días laborales de horas-clase serán de hasta 185.
Esa flexibilidad, indicó, permitirá que la diversidad que existe en el país pueda ser considerada, tanto en las zonas geográficas como en el tema climático.
Se permite que los centros escolares opinen a través de los Consejos Escolares de Participación Social, que incluye a los padres de familia, y no solamente a los directivos de las escuelas o a las autoridades educativas o a los maestros, sino a todos en su conjunto.
“Ellos darán una opinión en su centro de trabajo sobre si se aumentan horas-clase, si se puede hacer de 185, de 190, de acuerdo a las necesidades específicas de la escuela”.
Aragón Castillo mencionó que la intención es eficientar el uso del tiempo, pues se va a permitir considerar las condiciones específicas de cada uno de los centros de trabajo en las regiones; la decisión va a estar a cargo de la autoridad educativa de cada estado y no de manera central de la SEP, y los padres de familia, los maestros y los directivos van a participar en la toma de decisiones.
Con ello, los estados ajustan el ciclo escolar de la SEP a sus necesidades, que están determinadas por diversas circunstancias, tales como los fenómenos meteorológicos, los periodos vacacionales e incluso los días festivos.
Carlos Gutiérrez García, legislador de Nueva Alianza, resaltó que la política pública para la construcción de un sistema educativo debe orientarse al logro de la autonomía de gestión escolar, con la finalidad de disminuir el abandono, impulsar la eficiencia terminal y propiciar la inclusión y equidad en el sistema educativo, especialmente de los niños y jóvenes en situación de desventaja o vulnerabilidad.
En contra parte, por Morena, Patricia Elena Aceves Pastrana mencionó que esta propuesta de modificación del calendario escolar es insuficiente para la elevar la calidad de la educación.
Destacó que la reforma viene a reconocer la imposibilidad de conducir la educación mediante actos centralistas y rígidos oficios burocráticos.
Las modificaciones garantizan que la opinión de los Consejos Escolares de Participación Social será medular en la determinación de lo que es mejor para los alumnos.
De Acción Nacional, la legisladora Rocío Matesanz Santamaría relató que se tienen 200 días de clases, los cuales se establecen por atribución de la Secretaría de Educación Pública. Sin embargo, el modelo educativo y la cantidad fija de días calendario, no redundan en un mejor aprovechamiento de la jornada escolar y desempeño en el aprendizaje.
Una educación de calidad, dijo, no es directamente proporcional al número de clases impartidas.
La enseñanza de calidad depende de factores y variables, como es la infraestructura, los planes de estudio, la capacitación magisterial, la evaluación permanente de los educandos y de los educadores. El hecho de flexibilizar el calendario escolar es una más de esas variables.
La diputada Juana Aurora Cavazos Cavazos (PRI) manifestó que la flexibilidad que se da como mínimo de 185 días a 200, quedará bajo la responsabilidad de cada escuela.
En tanto, la legisladora Delfina Gómez Álvarez (Morena), dijo que la modificación del calendario escolar “no puede ser nuevamente un acto autoritario”, sustentado en argumentos que esconden deliberadamente la abrumadora desigualdad económica y social del país.