Fujimori fugó a Japón, Montesinos a Venezuela y cada uno escapó del otro.
La tecnocracia y los grupos empresariales que prosperaron con Fujimori y Montesinos mantuvieron y acrecentaron su poder.
Pero Keiko Fujimori se quedó en Perú y arrastró las tormentas de esos años con serenidad.
No hay país fácil, pero el Perú es menos fácil que los demás.
Los vídeos de Montesinos fueron a la corrupción (limitada al Perú) lo que los Panama Papers son a las offshores, solo que más directos e inapelables.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/04/13/america/1460577307_241537.html