De niña fue socia de la biblioteca Epsom hasta que dejó de vivir en Auckland y por accidente ¡se llevó un libro de la biblioteca con ella!
El libro había sido prestado cuando era una niña y las normas del centro no recogían ese castigo para los menores.
Para ser exactos, 67 años y cuatro meses.
A esta señora de Nueva Zelanda, sin embargo, le ha llevado varios años.
La fecha de devolución está claramente sobrepasada en unos cuantos años, pero está en una condición de lectura excelente».
Fuente: http://verne.elpais.com/verne/2016/05/01/articulo/1462097785_901920.html