Cuando se convirtió en padre, Joan Antoni, escritor y guionista, tomó una decisión: dejó de trabajar, al menos durante un tiempo.
Y minimiza el impacto económico de aparcar un tiempo la vida laboral.
Impulsado por su mujer, suspendió su vida laboral y ahora, encantado, lo recomienda a todo el mundo.
Antes el padre se limitaba a la dimensión social (apellido), el que proveía la alimentación y la figura de autoridad.
En cambio, cogió 21 días del permiso de lactancia de su pareja, que añadió a los 15 que la ley le concede como padre.
Fuente: http://elpais.com/politica/2016/05/03/actualidad/1462284481_155401.html