“Creo que esa estúpida corona me sirvió para dar voz y denunciar algo tan atroz como puede ser una violación.
Meses después, varios agentes de modelos me pidieron participar en el certamen de Miss Mundo para representar a mi país”, recuerda la joven israelí.
Sin embargo, hay algo en la Miss Mundo de 1998 que es imposible ocultar: su valentía.
En el momento en que me proclamaron Miss Mundo no podía aguantar mis lágrimas, pero no eran lágrimas de alegría”, relata.
Ser Miss Mundo y hacer público lo que me pasó ayudó a poder trasladar a los medios de comunicación y al mundo una situación que viven millones de mujeres.
Fuente: http://smoda.elpais.com/moda/miss-mundo-1998-violacion-entrevista-linor-arbagil/