Avanzamos al mismo tiempo que las cocinas se encuentran con su pasado y nos acercan al mundo real.
La consideración de las cocinas no depende tanto de su estado real sino de la capacidad de proyección pública de sus autores.
No es fácil que las cocinas crezcan sin un entramado social que las empuje.
Ahora más que nunca están obligados a enfrentarse a sus cocinas en el camino para conquistarlas definitivamente, aceptando que están obligados a cuestionarlas si quieren llegar a entenderlas.
Viven días dulces, aupadas al carro de las modas por un sector que persigue la diferencia con ansiedad y respaldadas por la extraordinaria biodiversidad que encierra la región.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/06/09/estilo/1465508743_056987.html