Las más de 15.000 entradas repartidas de forma gratuita —como quería Ali— para ese último homenaje se agotaron rápidamente el miércoles.
Sin embargo, Ali, que había dado indicaciones muy claras sobre cómo quería que fuera su funeral, especificó que la ceremonia debía ser abierta a todos.
“Es deplorable que algunas personas estén tratando de sacar beneficio de esta ceremonia en la que celebramos la vida de Muhammad Ali”, dijo el portavoz de la familia, Bob Gunnell, a AP.
Entre el público había numerosos musulmanes, pero también personas de otras confesiones que simplemente quisieron rendir tributo al púgil.
“Muhammad planeó todo esto y lo planificó para que fuera un momento aleccionador”, había adelantado Shakir.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/06/09/estilo/1465491649_670108.html